Trabajamos desde el año 2020 en los cantones de La Cruz, Upala, Los Chiles, Guatuso y San Carlos, Alajuelita y Desamparados. Contribuimos con la inclusión económica y social, así como en el fortalecimiento de capacidades de la población más vulnerable.
personas mejoraron sus conocimientos para el desarrollo empresarial y la empleabilidad.
personas beneficiadas de infraestructuras protegidas o adaptadas a la prevención y/o protección de cambios climáticos.
menores participaron en actividades de integración sociocultural con arte y cultura.
La Cruz, Upala, Los Chiles, Guatuso y San Carlos conforman gran parte de la zona fronteriza norte de Costa Rica. El territorio cuenta con una topografía irregular que le atribuye una importante cantidad de ríos, volcanes, fallas sísmicas y otros elementos naturales que obligan a las comunidades a prepararse ante posibles desastres y gestionar los riesgos multiamenaza.
La zona norte se destaca por su considerable aporte al país en materia de producción agropecuaria, sobre todo con el cultivo de granos básicos como el arroz, el frijol, el maíz, el cacao, la piña y el ganado de carne y leche, pero con un desarrollo socioeconómico desigual. Por otra parte, Alajuelita y Desamparados se encuentran dentro de la Meseta Central de Costa Rica y cuenta con altos índices de pobreza, desigualdad e inseguridad.
Según los datos de incidencia que generan las autoridades, es una región con comunidades donde también se identifican con frecuencia manifestaciones de violencia como maltrato conyugal, violencia intrafamiliar y de género, maltrato infantil, abuso sexual, embarazo adolescente, desnutrición, drogadicción, alcoholismo y enfermedades de transmisión sexual.
En 2024, Ayuda en Acción promovió en Costa Rica la integración económica mediante formación y mentoría a personas y emprendimientos, fortaleciendo su empleabilidad y proyectos. Se brindó apoyo psicosocial y asesoría legal a mujeres y menores en riesgo de violencia de género, junto con actividades de sensibilización a través del arte y el deporte. En el ámbito humanitario, mejoraron condiciones de vida y protección de medios de subsistencia con obras comunitarias, instalación de estaciones de alerta temprana y creación de brigadas forestales. También se fortaleció el liderazgo indígena y la gobernanza territorial para una gestión autónoma y representativa. Para la infancia, se fomentó la convivencia positiva y la prevención de violencia mediante actividades culturales, deportivas y talleres educativos.
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